En noviembre de 2015, el ahora presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, por aquel entonces candidato del PSOE en las Elecciones Generales, se comprometía en una visita al puerto de la localidad gaditana de Algeciras a «cumplir los objetivos que marca Europa y que en 2020 la Algeciras -Bobadilla esté finalizada”, si acaban siendo elegido nuevo jefe del Ejecutivo nacional.
El líder socialista también lamentó en aquel momento que hasta entonces «no haya avanzado» la infraestructura ferroviaria como se esperaba, perjudicando así las comunicaciones del puerto algecireño con el resto del país.
“Tenemos que hacer de Andalucía una plataforma logística y por lo tanto vamos a conectar el Puerto de Algeciras con Bobadilla que es lo que se merece esta comunidad para mejorar su competitividad”, dijo Sánchez siete meses más tarde, esta vez en un mítin celebrado en Málaga, delante, entre otros, del actual secretario general del PSOE Antequera, Francisco Calderón.
Precisamente los socialistas antequeranos se han mostrado muy críticos con el Gobierno central respecto al proyecto, especialmente por no destinar más inversión para concluir el desarrollo de esta línea hasta el nudo ferroviario de Bobadilla Estación, como parte del Corredor Ferroviario Mediterráneo. Una de estas críticas se produjo hace mes y medio, en una valoración del PSOE malagueño sobre la ley de presupuestos que estaba preparando el Gobierno central. En concreto, Calderón, denunció que la nueva partida de las cuentas estatales apenas superara los 30 millones.
Semanas más tarde, las críticas llegaban desde la Junta de Andalucía. Por una parte, el consejero de Fomento, Felipe López, ante empresarios que promueven el corredor ferroviario calificó las partidas de los Presupuestos Generales del Estado de “exiguas” y “rídiculas”. “Se trata de infraestructuras claves y estratégicas para el desarrollo logístico y económico, para la generación de empleo y para la competitividad de la empresas no solo de Andalucía, sino también de España y de Europa”, ha remarcó. Y poco después era la propia presidenta del Gobierno andaluz socialista, Susana Díaz, la que decía que esas partidas era insuficientes, e instaba al Ministerio de Fomento a reunirse con con el departamento de López para aumentar la inversión.
Los socialistas insistieron en su petición en el Senado, pero el Partido Popular acabaron rechazando una moción para impulsar «decidida y definitivamente» la conclusión del tramo Algeciras – Bobadilla dentro del Corredor Mediterráneo; del que incluso el alcalde popular de Antequera, Manolo Barón, afirmó que ”se puede invertir más y estamos a tiempo” días más tarde, en un acto de apoyo al Corredor Ferroviario Mediterráneo, a través del movimiento #QuieroCorredor.
Desde el Ministerio de Fomento comenzaban a aceptar esta reivindicación e incluso el titular de la cartera, Íñigo de la Serna, aseguró hace dos semanas ante la patronal andaluza que el Gobierno estaba dispuesto a a incrementar la inversión inicial para la Algeciras – Bobadilla. De hecho, subrayó que “el presupuesto en ningún caso será un factor limitante” para su impulso.
La intención de la Administración central es que la plataforma del trazado esté lista para el año 2020, mientras que la electrificación completa de la vía ya se dejará para el año siguiente, todo ello después de una inversión que rondará los 450 millones de euros. Eso sí, estas previsiones, son de un departamento gubernamental que en breve verá un releve de su máximo responsable.
Durante la moción de censura contra Mariano Rajoy, Sánchez ya dejó claro que iba a mantener los presupuestos de este año. Sin embargo, de mantener la línea marcada por el actual Ejecutivo también para el próximo año -y el siguiente- no se podría cumplir la promesa que hizo en 2015.
