Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no se oponen al trasvase de agua desde el Embalse de Iznájar (Córdoba) hacia la comarca de Antequera, pero sí reclaman un estudio técnico que deje claro las condiciones de cómo se llevaría a cabo esa transferencia y que el agua será exclusivamente para el abastecimiento humano.
“No se va a dar ni una gota de agua del Guadalquivir, cuando estamos aquí arañando cada gota, para cederla a otra cuenca para el regadío”, aseguró ayer el presidente de la CHG, Joaquín Páez, en una comparecencia pública en la Subdelegación del Gobierno de Córdoba en la que también incidió que el trasvase no superará los 5 hectómetros cúbicos: “4,99 hectómetros cúbicos, si lo fueran”.
Precisamente, una de las críticas hechas al proyecto por parte de Asaja Málaga es que no se contemple la necesidad de ampliar la transferencia a una dotación para riego de apoyo de los cultivos de regadío en la comarca de Antequera, sobre todo de olivar. De hecho, la organización agraria ya presentó alegaciones al trasvase por ello. Sin embargo, en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no están dispuestos a que eso se llegue a producir. “Eso no puede ser y no va a ser”, subrayó el presidente de la CHG, quien incidió que “los trasvases no se deciden en una mesa”, sino que “se deciden en el campo”, analizando cuestiones como los consumos, las posibles pérdidas y otros factores.
Previsión de “emergencia” para regadío en la CHG
En su intervención, Páez dejó claro que la CHG es “una cuenca deficitaria”, máxime con lo que se espera para este verano. “La previsión de emergencia para la cuenca es que para finales de agosto o principios de septiembre nos encontremos en situación de emergencia en la cuenca del Guadalquivir, pero solo de cara al regadío, ya que el consumo humano está garantizado para al menos tres años”, apuntó.
Proyecto en punto muerto
Al margen de la situación hídrica de la CHG en general y del Embalse de Iznájar en particular, el proyecto de trasvase se encuentra en la actualidad en un punto muerto, con diferencias entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía sobre su tramitación. De un lado el Gobierno autonómico tiene aprobado el pliego de prescripciones técnicas para la contratación del servicio de redacción del proyecto , pero segura que está a la espera de la autorización final que debe dar el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para la transferencia. Por su parte, desde la Administración central se recuerda que la petición que se hace a la CHG debe quedar recogida en el nuevo Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas 2021-2017, de la que es competente la Junta. Mientras tanto, los ayuntamientos de la comarca ven como pasa el tiempo y el proyecto no avanza, hasta el punto de que recientemente llegaron a lanzar un mensaje de «SOS».
